Me encanta salir a comer los fines de semana porque tenemos más tiempo para buscar lugares diferentes, disfrutar la comida y platicar largo y tendido en la sobremesa.
El Rincón de la Finca es una pequeña cabaña a unos cuantos kilómetros de la ciudad, con mesas y bancas de madera y un acogedor olor a leña. Ofrecen desayunos campestres con embutidos ahumados, queso chancol y tortillas salidas del comal. El Desayuno Tecpaneco con huevos estrellados, frijoles, plátanos, chorizo ahumado y dobladas con queso, es un desayuno típico que satisface el hambre de cualquiera. Y si todavía les queda espacio, tienen que probar las Tostadas a las Francesa.
La Feliz Bicicafé se encuentra dentro de una tienda de bicicletas en zona 4. Tiene un estilo colorido y alegre que ofrece combinaciones de sabores frescos y diferentes. El Catrín, pulled pork con salsa de tomate, manías y crema, envuelto en una rodaja de queso panela, es uno de mis platos favoritos, acompañado de una bebida de fresa con Kombucha de Rosa de Jamaica. El Corazón, con queso Mütut y pollo en salsa de chile cobanero y escabeche, ¡es un plato que vale la pena probar!
Simon’s Sushi & Bar, ubicado dentro de un pequeño local en un centro comercial de la zona 15, ofrece una variedad de platos con mariscos frescos y de calidad. Como entrada, los edamames hervidos con sal son perfectos para abrir el apetito. Si les gustan los rollos de sushi, prueben dos de sus especialidades: Alaska con camarones empanizados, aguacate y queso crema, y Pacaya con vieiras y tiras de kanikama (cangrejo) encima. Les recomiendo pedir varios rollos para compartir y así poder disfrutar más de uno, porque todos son tan ricos que es difícil elegir.